domingo, 20 de septiembre de 2020

FORMAS DE MEJORAR LA AUTOREGULACION PERSONAL

 

Una buena autorregulación emocional es un factor de protección de psicopatología, además de evitar problemas a nivel social y laboral. Por ejemplo, poseer una buena capacidad para evitar que nuestros sentimientos nos controlen estando discutiendo con la pareja o con el jefe son formas de evitar la ruptura con nuestro novio o novia o acabar en el paro, respectivamente.

A continuación veremos formas útiles para mejorar la autorregulación emocional tanto en la infancia, como adolescencia como en la adultez.

En la infancia

Un momento ideal para trabajar esta capacidad es la infancia, dado lo moldeables que son los niños y su capacidad para aprender fácilmente. Enseñarles a regular sus emociones de forma tan temprana ayudará a que posean un mejor manejo de las mismas en el contexto educativo y social, evitando un mal rendimiento académico y tener conflictos con otros niños.

Lo primero que se debe es enseñarles a identificar qué sentimientos están sintiendo en cada momento. Los niños suelen tener muchos problemas para ser conscientes sobre sus emociones. Por este motivo practicar de manera deliberada a darse cuenta de ello puede ser verdaderamente útil, siempre partiendo de un estado de relajación.

Lo que se les puede pedir es que dramaticen emociones intensas, como son la tristeza, el enfado, el miedo... La idea es hacer que manifiesten estos sentimientos de manera segura y controlada, para que, cuando vengan en la vida real, puedan identificarlos y puedan gestionarlos.

En la adolescencia

Aunque poseen una capacidad de reconocimiento de las emociones mayor que los niños, los adolescentes también pueden tener problemas para dominar esta capacidad. Esto se debe a que, pese a haber más capacidades cognitivas, la adolescencia es un período convulso, donde las emociones están a flor de piel.

Una buena forma para hacerles conscientes de sus emociones es hacerles escribir un diario o poner un calendario de las emociones. En el diario pueden escribir cómo se han sentido cada día, poniendo qué es lo que ha disparado la emoción, cómo han reaccionado y qué han hecho para controlarla, mientras que en calendario representan con colores qué han sentido.

Tanto el calendario como el diario emocional sirven para que el adolescente analice, por medio de la estrategia del distanciamiento cognitivo, su estado anímico a posteriori, y se plantee preguntas como “¿De ha servido de algo sentirme así?”, “¿Qué he aprendido de esto?”, “¿Por qué no me he podido controlar?”

En adultos

Los adultos tienen una capacidad mucho mayor de identificación de sus sentimientos, aunque siempre los hay quienes todavía no presentan una adecuada autorregulación emocional.

Igualmente, en la adultez jugamos con ciertas ventajas. Una es que al no ser las emociones tan intensas podemos controlarnos mejor. La otra es que como los altibajos se dan con menor frecuencia la autorregulación no es una capacidad que nos parezca tan útil de primeras y consideramos que, ya sea por inercia o simplemente evitando situaciones desagradables tenemos controlada la situación.

Pero pese a estas supuestas ventajas, realmente necesitamos mejorar y mucho. La autorregulación emocional, como bien decíamos antes, sirve como factor de control para todo tipo de situaciones desagradables que, en muchas ocasiones, no podemos esquivar: ¿de verdad vamos a controlarnos si nos grita el jefe? ¿cómo responderemos cuando nuestra pareja nos diga que nos ha puesto los cuernos? ¿qué pasa si tenemos cáncer?

Estas situaciones van a implicar una respuesta emocional fuerte, y la forma en cómo respondamos puede ser vital. Aprender a responder de forma clamada, fría y responsable puede ser lo que haga que podamos disfrutar de una vida feliz, tanto si está a nuestro lado nuestra pareja, nos despiden o la enfermedad empeora.

Aceptar que somos montañas rusas emocionales y que en la vida ocurren imprevistos es lo primero. Es difícil, pero es también una realidad fácilmente observable. Cómo nos sintamos puede que no cambie al gravedad de nuestro sino, pero si la forma en cómo lo vamos a vivir.

De hecho, muchas terapias enfocadas a pacientes oncológicos se centran en hacer todo lo posible para que el paciente aprenda a modular sus emociones. Esto tiene su sentido teniendo en cuenta que este tipo de pacientes tienen una esperanza de vida 5 años mayor si reciben psicoterapia.

Acudir a consulta, aprender a controlar sus emociones y aplicarlo en su vida diaria es lo que hace que sean más favorables a respetar todo el tratamiento, a no dejarse llevar por el miedo a la muerte y la desesperación. Se controlan, y disfrutan del proceso, en la medida que pueden.



 

TEORIA MODAL DE EMOCIONES

 

 

Ya desde hace tiempo existen teorías dentro de la psicología que se han empeñado en defender la idea de que las emociones son procesos completamente automáticos e inevitables. Es decir, da igual cuánto entrenamiento creamos poseer: las emociones aparecen y no hay forma de controlarlas. Si se está enfadado, difícilmente se va a ser capaz para reducir ese sentimiento y pensar fríamente en cómo se siente. No obstante, esta no es la idea defendía detrás del constructo de la autorregulación emocional.

La idea de autorregulación emocional se fundamenta en la teoría modal de las emociones. Esta considera que las emociones no son reacciones instintivas, sino que se dan por diferentes motivos, como el contexto, la predisposición de la persona y, es aquí donde entraría la idea de la autorregulación, la capacidad del individuo para moderar sobre su humor.

De acuerdo el modelo, las emociones implican un proceso que se inicia cuando aparece una situación emocionalmente relevante. Esta puede tener su origen en el interior de la persona, como puede haber recordado una experiencia desagradable, o estar viviendo una situación emocionalmente tensa. Después, la persona dirige su atención hacia ese evento emocional, evaluando e interpretando lo ocurrido a nivel cognitivo y emocional. A partir de aquí se produce la respuesta, que movilizará elementos emocionales, mentales y conductuales.

Según el modelo es posible intervenir sobre este proceso. Si bien habrá algo que nos active emocionalmente, es nuestra capacidad de autorregulación la que hará que nuestros pensamientos, emociones secundarias al evento y conducta sean distintos a los que podrían darse si no nos controláramos.

ESTRATEGIAS DE REGULACIÓN EMOCIONAL

Existen muchas estrategias de autorregulación emocional, y cada persona, siempre y cuando lo haga de forma funcional y adaptativa, puede aplicar las suyas propias. Sin embargo, las más frecuentes son las que verás a continuación.

1. Supresión de pensamientos

Esta estrategia consiste, como su propio nombre indica, en suprimir los pensamientos que nos producen malestar. De esta forma se busca cambiar el estado emocional, saliendo de la situación desagradable y yendo a una, imaginada o real, que no nos produzca tanto estrés.

Por ejemplo, si pensamos en un comentario negativo que nos han hecho hoy en el trabajo, el cual nos pone de muy mal humor, la alternativa sería intentar desenfocar la atención escuchando música o imaginando un paisaje bonito.

A pesar de que esta estrategia es muy común, sencilla y barata, no es eficaz a largo plazo. Es cierto que ofrece alivio temporal, pero normalmente los pensamientos de los que se estaba huyendo acaban volviendo con más fuerza.

2. Reconsideración emocional

La estrategia de la reconsideración emocional, o reappraisal, consiste en modificar la manera en la que interpretamos una situación para tratar de cambiar el impacto que ejerce sobre nuestro estado emocional.

Por ejemplo, si acabamos de romper con nuestra pareja está claro que vamos a sentir sentimientos negativos como tristeza, incertidumbre o miedo a no encontrar otra vez el amor.

Sin embargo, por medio del reappraisal podemos reconsiderar la situación, viendo su lado positivo. Por ejemplo, en este caso en concreto, podemos ver que romper con esa persona es un avance, dado que dejamos de tener un lastre en nuestra vida que nos impida desarrollarnos como personas plenas y felices.

La reconsideración emocional es una de las estrategias de autorregulación emocional más efectivas y adaptativas. De hecho es muy recurrente en la terapia cognitivo-conductual.

3. Distanciamiento cognitivo

El distanciamiento cognitivo consiste en tomar una postura independiente y neutral frente al evento o situación emocional que nos altera. Así somos capaces de reducir su impacto en nuestro estado mental, y es más sencillo escoger la respuesta que queremos dar.

Esto es complicado, pero de conseguirlo lo que se hace es reenfocar nuestro estado emocional, calmarnos y pensar fríamente qué tipo de respuesta queremos dar. Básicamente, el distanciamiento cognitivo nos ayuda a evitar que tomemos malas decisiones en el calor del momento.




AUTORREGULACION EMOCIONAL

 


Si bien en las últimas décadas la población se ha vuelto más consciente de la importancia de la inteligencia emocional, no siempre se acaba aplicando las habilidades relacionadas con ella.

Entre las más importantes tenemos la autorregulación emocional, fundamental para poder enfrentarse de forma eficiente, socialmente no disruptiva ni individualmente perjudicial, a todo tipo de situaciones que nos alteran anímicamente.

¿QUÉ ES LA AUTORREGULACIÓN EMOCIONAL?

Se puede entender como autorregulación emocional a la capacidad de manejo óptimo de las emociones. Es decir, es un constructo englobado dentro de la inteligencia emocional intrapersonal que nos permite transformar una vivencia potencialmente estresante y emocionalmente alterante en algo que, aunque continúe siendo desagradable, comprendemos que es pasajero, impersonal y controlable. Tener buena autorregulación emocional implica ser capaz de identificar aquello que nos sucede, monitorizar su progreso e intervenir sobre el mismo para que acaba desapareciendo.

En base a esta definición es comprensible la importancia de tener bien desarrollada esta capacidad. Nos permite enfrentarnos a todo tipo de situaciones vitales que queramos o no implican una serie de vivencias emocionales. Cuando nos sucede algo tenemos un estado emocional previo y, en base a las características de ese evento, nuestro estado puede cambiar de forma positiva o negativa.

No damos la misma respuesta ante un mismo evento cuando estamos calmados que cuando estamos enfadados. Si estamos bajo presión es previsible que demos una respuesta poco eficiente, la cual nos frustrará y hará que suframos más ansiedad. En cambio, si estamos más relajados es posible que pensemos de forma más fría, calculadora y eficiente, dando una respuesta adaptativa al problema, sea cual sea.

La autorregulación emocional implicaría que, aunque estuviéramos con un estado anímico poco deseable para la situación en la que nos encontramos, supiéramos cómo gestionar esta emocionalidad. Es decir, implica poder analizarse uno mismo, disminuir el grado en el que los sentimientos nos producen altibajos súbitos, y redirigir su energía hacia un objetivo más adaptativo. Por ejemplo, si estamos enfadados, en vez de empezar a destrozar mobiliario urbano una buena opción es canalizar esa energía y hacer un deporte mientras se está en ese estado.

CONFIANZA

 


Confianza puede referirse a varias cosas: la seguridad en nosotros mismos, la esperanza de que algo se desarrolle conforme nuestras expectativas, o la familiaridad que tenemos en el trato con alguien. Como tal, es un sustantivo que deriva del verbo confiar.

La confianza, entendida como la seguridad que cada persona tiene en sí misma, es una cualidad de gran valor en todos los ámbitos de la actividad humana. Es fundamental en la escuela, el trabajo, los negocios, así como en el medio empresarial, comercial, artístico o académico.

La confianza nos ayuda a seguir adelante con nuestros propósitos pese a los reveses, el desánimo o las dificultades. En este sentido, implica la convicción de que, valiéndonos de nuestras fortalezas y virtudes, seremos capaces de lograr lo que nos propongamos.

Este tipo de confianza se fundamental en las experiencias acumuladas por cada persona durante la vida, y se desarrolla y cultiva con el tiempo. Por esta razón, la confianza varía de individuo a individuo. Alguien con experiencias positivas en relaciones de pareja, por ejemplo, no tendrá mayores inconvenientes al afrontar una nueva relación, a diferencia de una persona que siempre ha tenido relaciones traumáticas o dañinas en el pasado.

Asimismo, confianza también se llama la esperanza o fe de que algo suceda conforme imaginamos, o que alguien se comporte o actúe de acuerdo con lo que esperamos. La confianza, pues, vendría a ser la hipótesis que nos formulamos sobre la conducta futura de algo que no depende de nosotros. En este sentido, la confianza borra la incertidumbre. Y dependiendo del grado de correspondencia de lo que acontece con lo que esperábamos, nuestra confianza se fortalecerá o debilitará.

La confianza es fundamental a nivel social. Por eso, la confianza que podamos desarrollar hacia otras personas (el profesor, el compañero de clases, nuestros padres, etc.) o hacia otras cosas (el Estado, la policía, el sistema de salud, etc.) son esenciales en la forma en que nos relacionamos con nuestro entorno y el grado de bienestar que esta relación nos proporciona.

La confianza es básica a la hora de relacionarnos con la familia, la pareja, un socio, un cliente, un proveedor, etc. Las relaciones basadas en la confianza mutua son más sólidas, prósperas y duraderas que las que no lo están. De hecho, las personas partidarias de una religión suelen basar su fe en una confianza absoluta e inobjetable en Dios y sus designios.

Asimismo, en el ámbito de la tecnología, la confianza sobre el funcionamiento de determinado dispositivo o artefacto se basa en la capacidad de predecir su comportamiento. En este sentido, la confianza es lo contrario a la incertidumbre, la sensación de no saber o no poder predecir lo que pasará.

Por otro lado, también podemos designar como confianza el grado de familiaridad o llaneza que tenemos en el trato con alguien, bien sea por amistad o por parentesco, y que se basa en un afecto recíproco. Por extensión, se llama también confianza cierta forma de familiaridad o libertad que llega a ser excesiva, al punto de ser desagradable.

Sinónimos de confianza son: esperanza, fe, seguridad, certeza, así como familiaridad, llaneza o naturalidad. Su antónimo sería desconfianza.

LA FE

 

La fe es la creencia, confianza o asentimiento de una persona en relación con algo o alguien y, como tal, se manifiesta por encima de la necesidad de poseer evidencias que demuestren la verdad de aquello en lo que se cree.

Fe también significa tener confianza plena en algo o alguien, Ejemplo: “Yo tengo fe en que los políticos encontrarán una solución a los problemas del mundo”.

En la práctica religiosa, la fe es fundamental. En este contexto se denomina fe al conjunto de creencias de una religión, en cuyo caso es equivalente a doctrina. Todas las religiones requieren de la fe.

Así, fe puede referir a la vez a:

 1) creer en algo y,

 2) las cosas o principios en los que creemos.

Es, pues, bajo la fe que los creyentes aceptan como verdad absoluta los principios difundidos por la religión que profesan: la creencia en un ser supremo y el sometimiento a su voluntad divina.

La fe, por otro lado, también es sinónimo de religión o culto: fe islámica, fe cristiana, fe judía.

Asimismo, como fe se denomina la credibilidad que se ha otorgado a algo o alguien debido a la autoridad, fama o reputación de quien lo afirma: “El ministro dijo tener fe en que las negociaciones llegarían a buen término”.

Una fe, finalmente, es también un documento que certifica la verdad de algo y que solo puede ser emitido por funcionarios públicos debidamente autorizados: fe de soltería, fe de vida.






 


CARACTERÍSTICAS DE LA FE

Desde el punto de vista teológico, la fe cumple con las siguientes características:

  • Se recibe como una gracia o un don.
  • Es un acto humano que no se riñe ni con la libertad individual ni con la dignidad del ser.
  • Se entiende que la inteligencia y la voluntad humana cooperan con la fe.
  • La fe se fortalece en la experiencia.
  • La fe toma por cierta la revelación.
  • La fe impulsa a profundizar en la relación y el conocimiento.
  • La fe está abierta al conocimiento, al considerar todas las cosas como provenientes del ser supremo.
  • La fe es perseverante, y de ello dependen avanzar en el camino.
  • La fe es necesaria para la liberación del sujeto respecto de sus aprehensiones.


Confía un poco, ¿SI?









IMPORTANCIA DE LA FE

Muchos se preguntan para qué sirve la fe y cuál es su importancia. Lo primero es comprender que la fe es un valor protagónico en la vida humana, y no solo en relación con los sistemas de creencias religiosas.

Desde el punto de vista antropológico, la fe puede comprenderse como la confianza que se deposita en alguien para que se haga digno de esa fe.

Vista así, la fe es el principio mediante el cual el ser humano establece relaciones con otros, sea que se trate de otros seres humanos o de una entidad superior.

La fe es el principio de toda relación interpersonal. Y de hecho, la aplicamos más de lo que creemos. Cuando al conocer a alguien nos dice su nombre, edad y oficio, "damos fe" a sus palabras, a lo que esa persona revela de sí misma, a partir de lo cual se establece una relación.

Por ejemplo, de la fe (en su sentido antropológico) depende la convicción de que los niños pueden aprender y, por lo tanto, depende la paciencia de sus educadores (padres, representantes o maestros). Mientras más fe, más paciencia.

Lo mismo puede ser dicho en todos los aspectos de la vida humana. La fe es lo que permite al individuo confiar en otros y en sí mismo, a adquirir actitudes de esperanza y afecto que humanizan su experiencia vital.

 




viernes, 7 de agosto de 2020

SEAMOS RESILIENTES

 

Paz interior, eso necesitamos.


¿SABES QUE ES LA RESILIENCIA?

La resiliencia es la capacidad que tiene una persona para recuperarse frente a la adversidad para seguir proyectando el futuro. Los especialistas afirman que la resiliencia está vinculada a la autoestima, por lo que es importante trabajar con los niños desde pequeños para que puedan desarrollar sanamente esta capacidad.

Durante toda nuestra vida nos enfrentamos a muchos desafíos y está en nuestras manos salir de ellos. Cuando somos resilientes sabemos que hacer o como reaccionar ante cada situación, Ya que manejamos muy bien nuestros sentimientos y emociones.

Antes de todo te invito a ver un video sobre este tema.

Este video nos ayudara a entender un poco mejor este tema.

QUEREMOS MANEJAR NUESTRAS EMOCIONES.

A continuación, te presento 10 maneras de ser mas resilientes.

1. Cree de manera positiva en tus habilidades

La autoestima está comprobado que juega un papel muy importante en afrontar el estrés y recuperarse de acontecimientos difíciles. Recuérdate habitualmente sobre cuáles son tus fortalezas y logros.

Convertirte en alguien más confiado sobre tu propia habilidad de responder y manejar las crisis es una manera inmejorable de construir futura resiliencia.

 

2. Encuentra un sentido y propósito a tu vida

En ocasiones el hecho de enfrentarnos a una tragedia o mal momento, nos motiva a buscar y a encontrar un sentido a nuestra existencia, lo que puede tener un papel muy importante en nuestra recuperación.

Esto puede incluir el involucrarse más en nuestra comunidad, cultivar nuestra espiritualidad o participar en actividades que sean significativas para uno mismo.

 

3. Desarrolla una amplia y sólida red social

El tener personas capaces de dar afecto y soporte alrededor de uno, actúa como un factor de protección en tiempos de crisis.

Así, es importante el tener personas en las que uno pueda confiar. Simplemente hablando sobre una situación complicada con alguien a quien estimemos y nos tenga estima no hace que el problema se vaya, pero el compartir estos sentimientos, obtener ayuda, recibir feedback positivo y encontrar posibles soluciones conjuntamente, es de mucho valor.

Por cierto esta lectura estoy seguro de que te va a gustar; es una pequeña delicia: Tres amigos en busca de la sabiduría.

 

4. Di sí al cambio

Ser flexible es un parte muy importante de la resiliencia. Aprendiendo como ser más adaptables, estaremos mejor equipados a la hora de responder a una crisis vital. La gente resiliente frecuentemente utiliza estos acontecimientos como oportunidades de moverse en direcciones diferentes.

 

Mientras algunas personas pueden romperse con cambios súbitos y fuertes, los individuos altamente resilientes pueden ser capaces de adaptarse y seguir adelante.

 

5. Cultiva de manera activa tu optimismo

Permanecer optimista durante periodos complicados puede ser difícil, pero mantener un punto de vista esperanzado es una parte saliente de la resiliencia.

Pensar en positivo no implica ignorar el problema y sólo focalizarnos en soluciones positivas. Lo que nos quiere motivar es a comprender que los obstáculos son transitorios y que uno posee las habilidades para enfrentarse a ellos (y que aunque no los tenga los puede desarrollar).

Con lo que uno se enfrenta puede ser difícil, pero es importante permanecer con un halo de optimismo sobre un futuro donde también ocurran cosas buenas.

 

 6. Cuídate, nútrete, acompáñate

Cuando estamos estresados es fácil que no nos cuidemos tanto y dejemos de lado nuestras propias necesidades, haciendo menos ejercicio y no durmiendo lo necesario; estas son reacciones comunes a las crisis personales.

Centrándote en seguir desarrollando tu autocuidado es importante, especialmente cuando ha pasado algo negativo.

Organízate y saca tiempo para hacer actividades que te gusten. Cuidando de tus propias necesidades, puedes darte un empujón para mejorar tu salud en general y tu resiliencia en particular y así afrontar con garantías tus retos vitales.

 

 7. Desarrolla tus habilidades de solución de problemas

La investigación psicológica nos dice claramente que aquellos que pueden sacar diferentes soluciones a un problema serán capaces de afrontarlo mejor que aquellos que no. Cuando te enfrentes a un nuevo reto, haz un listado de algunas de las soluciones potenciales al mismo.

Experimenta con diferentes estrategias y céntrate en desarrollar una vía para aquellos problemas más comunes. Practicando tus habilidades de solución de problemas de manera regular, estarás mejor preparado para encarar aquellos retos futuros más difíciles.

 

8. Proponte metas

Los momentos de crisis en ocasiones parecen irremontables. Las personas resilientes son capaces de ver estas situaciones de manera realista, y entonces se fijan objetivos razonables para afrontar el problema.

 

Cuando te encuentres a ti mismo abrumado por una situación determinada, céntrate en afrontar cada cosa a su momento, de lo más urgente a lo más importante. Haz una lluvia de ideas de las posibles alternativas, y diseña los pasos a seguir para conseguir estas metas.

Si tienes dificultades para ello, esta es tu lectura: Guía práctica para establecer y conquistar metas efectivas.

 

9. Da pasos para solucionar el problema

El hecho de esperar a que pase la dificultad suele prolongar las crisis. En vez de eso, comienza a trabajar en resolver ese asunto de manera inmediata. Puede ser que no haya una solución fácil o pronta, pero siempre hay alternativas posibles para hacer esa coyuntura mejor y más sobrellevable.

¿La clave? Centrarse en los progresos que ya hayas hecho y planificar los pasos siguientes, más que descorazonarse por la cantidad de trabajo que aún debes hacer.

 

10. Sigue trabajando en tus habilidades

La resiliencia puede llevar un tiempo para ser construida, por lo que no te desmotives si sigues teniendo situaciones que te causan problemas. En realidad, la resiliencia no es algo extraordinario que solo pocas personas poseen, si no que puede ser aprendida por casi todos.

La resiliencia psicológica no engloba una serie específica de acciones concretas, si no que puede cambiar sobremanera de una persona a otra. Eso sí, el practicar algunas de las características comunes de la gente resiliente nos lleva a desarrollar nuestras ya existentes fortalezas, como también nos explica la Psicología Positiva


jueves, 6 de agosto de 2020

BIENVENIDOS A MI BLOG PERSONAL.

Es un gusto para mi estar al contacto con todos ustedes mis lectores, les mando un grato saludo y espero de todo corazón que se encuentren muy bien ustedes y toda su familia.

Amor

Esperanza


Este es un blog en el cual estaré dándoles tips para quizás poder ser un poco más fuertes con respecto a las situaciones que se nos presentan en nuestra vida.

Espero y de alguna forma mis concejos los puedan ayudar, ya que me gustaría estar para ustedes por lo menos a través de esto.